OTRO PAPA

OTRO PAPA

No me refiero a Enrique…, Papa del derecho laboral argentino y latinoamericano, nuestro gran amigo, maestro, camarada  y colega… Me refiero, a otro ilustre argentino, Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, recién ungido PAPA, nuevo guía espiritual y moral de la Iglesia Católica, que asume este gran reto en medio de la crisis institucional, que Benedicto XVI no tuvo la fuerza para enfrentar ni resolver.

Bien por los argentinos; bien por los latinoamericanos situados en esta parte del planeta; bien por la feligresía universal, que ha visto con buenos ojos, cerrar un enigmático capítulo, salpicado de “Vatileaks” que desnudan las debilidades, flaquezas y contradicciones que sacuden los cimientos mismos de una institución, que es falible como cualquier obra humana, donde las pasiones, corrupciones y ambiciones también encuentran terreno.

No somos cristianos-militantes, ni siquiera aprendices de teología…sin embargo, como laicos y pensadores libres, no podemos deslindarnos ni desentender el pensamiento universal proveniente de diversas vertientes filosóficas o religiosas, que permean el tejido de nuestras sociedades, constituyéndose en un elemento moldeador de la conciencia social e importante elemento de la superestructura ideológica.

La elección del nuevo Papa, pone a Latinoamérica en la vitrina del mundo. Su pobreza, dependencia, subdesarrollo, inequidades, en contradicción con la riqueza de sus tierras y su cultura milenaria; su privilegiada ubicación geográfica que lo asoma tanto a la cuenca del Pacífico, como a la del Atlántico; sus inconmensurables recursos naturales; ríos, selvas, llanuras, pampas, montañas, de inigualable belleza y potencial.

Argentina, resalta una vez más, no sólo por los desaparecidos, las Malvinas, el corralito, la tragedia del tren de Buenos Aires u otros hechos de dolorosa recordación, en evidente contrate con aspectos positivos, que no incluye únicamente: tango, fútbol, asados y buen vino, sino: su gente maravillosa y trabajadora, sus talentosos juristas y maestros del derecho, entre los que cuento con muchos amigos; y, ahora con un nuevo Papa, “Francisco I”, que esperamos tenga la inspiración y sabiduría basada en la humildad de su émulo, el de “Asís”, para que pueda contribuir a la paz del mundo, ayudando a resolver los problemas que nos enfrentan en lo interno y externo.

Me sumo al regocijo de mis hermanos-as argentinos-as y les envío desde mi tierra caliente, el más efusivo y CALUROSO de los saludos.

Gquil, 14 de marzo de 2013