¡¡¡Hasta siempre Comandante!!!
Murió como lo hacen los héroes, luchando contra la terrible
enfermedad que lo aquejaba y que lo consumía lentamente, como el sol en el
atardecer.
Su batalla fue dura, no sólo contra la enfermedad, sino
contra la oposición política que no se resigna haber perdido algunos de sus
privilegios. La primera de estas batallas la perdió digna y valientemente; en
la segunda seguirá invencible, porque Chávez quedó sembrado para quedarse, en
el corazón de su pueblo, multiplicando Chávez por doquier..
Todos los seres humanos tenemos que morir, pero esa muerte puede tener diferentes
significados. En unos casos, puede ser un hecho intrascendente o pasar inadvertido; en otros, puede
conmocionar al mundo y estremecer los sentimientos. Su significado, es
directamente proporcional a nuestra
entrega y amor al prójimo. Por eso, hay vidas que “pueden tener más peso que
una montaña y otras menos que una pluma”, como lo decía el filósofo chino Sima
Chien. La vida del Comandante Chávez,
pesa más que una montaña, y su ejemplo más caudaloso que el Orinoco.
Donde hay lucha hay sacrificio y la muerte es cosa corriente.
Morir por el pueblo, o morir sirviéndolo, es una muerte digna. Por eso
repetimos como ayer “¡¡ Chávez no se va!!”, se queda fundido en el corazón de
los venezolanos y latinoamericanos, que vimos su esfuerzo por redimir a un
pueblo que moría de hambre en medio de la opulencia más insultante.
El destino histórico de Venezuela y Latinoamérica está trazado;
es irreversible; corre torrentosamente como las aguas de un rio hacia un océano
de felicidad y fraternidad humana.
Hay luto en la Patria Grande que soñó Bolívar, pero mañana,
el sol de las ideas bolivarianas, salpicadas de alegría y generosidad, volverá
a resplandecer en una nueva aurora de libertad y de justicia..
¡¡ Hasta Siempre Comandante Hugo Chávez !!. Descansa en Paz.
Los hombres buenos no mueren, se inmortalizan.
Gquil, 5 de marzo de 2013.
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