domingo, 19 de enero de 2014

AÑO VIEJO- AÑO NUEVO
La rueda del tiempo llega una vez más al punto donde confluyen lo viejo con lo nuevo. Así como el reloj, marca la hora  DOCE, juntando sus manecillas en el hemisferio superior; así el calendario junta los días, las horas y los segundos para marcar el fin y el comienzo de un nuevo año.
Krónos, Chronos o Cronos, Dios mitológico del tiempo y padre de las “Horas”, ha cumplido con exactitud su tarea de hacer girar la rueda del tiempo en el ciclo marcado por los doce meses; trescientos sesenta y cinco días (en realidad 365,25); cincuenta y dos semanas; ocho mil setecientos horas; y, quinientos veinticinco mil, seiscientos segundos, de nuestro orbitar planetario alrededor del sol.
El calendario gregoriano, promulgado por el Papa Gregorio XIII en 1582, sustituyó al calendario juliano (Julio Cesar) que regía desde el 46 a.c. , estableciéndose la distribución señalada en el párrafo anterior, y cuya intención fue principalmente, armonizar el llamado calendario litúrgico con el vulgar.
Existen otras formas de medir los ciclos del tiempo, como ocurre con culturas o civilizaciones que adoptaron los ciclos lunares o los lunisolares, que dieron origen a otros calendarios como: el chino, judío, hindú, musulmán, inca, maya, etc, . Algunos pueblos marcan el inicio de un nuevo año bajo ocurrentes denominaciones, como el año del “Caballo de Madera”, el séptimo del ciclo de doce según el horóscopo chino, que comienza el 31 de enero de 2014 y concluye el 18 de febrero de 2015.
Consideramos nuestra celebración de “Año Nuevo” como universal, aunque no en todas las partes del mundo se celebra de la misma forma y al mismo tiempo, por diferencias horarias y culturales.
Enmarcados en este breve contexto, nos preguntamos: ¿qué misterios, sorpresas, expectativas y realizaciones nos traerá el nuevo año? ¿Qué cambios importantes y positivos habrá para el Ecuador, Latinoamérica y el Mundo?
¿Habremos descubierto al fin, junto a los grandes progresos tecnológicos, que la formula elemental para salvar a nuestra civilización está en el encuentro con la paz, la justicia, la fraternidad humana, la igualdad, que sólo pueden alcanzarse a partir del reconocimiento de  nuestras diferencias,  el respeto a los demás, la tolerancia, la generosidad desnuda de egoísmo y una democracia perfeccionada, sólida, inclusiva y participativa?
Próximos al amanecer del nuevo año, reflexionemos: cuánto dimos y nos falta dar para tejer el sueño de TODOS, expresada: en el ¡buen vivir!,¡ bien compartir!,  ¡buen convivir! . Corregir nuestros errores y profundizar en nuestros aciertos. Ser participes en la construcción de nuestro propio destino. Abrirnos con optimismo a un mañana distinto; un nuevo orden: Justo, humano y solidario, donde quepa la alegría; la paz se imponga a la guerra y a la violencia; la prosperidad reemplace a la pobreza; la justicia impere sobre la injusticia;  el amor supere al odio..
Les deseo a todos SALUD Y BIENESTAR y un FELIZ AÑO 2014

Guayaquil, 30 de diciembre de 2013.

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