viernes, 10 de agosto de 2012

El Viejo Tonto que movió la montaña"


“EL VIEJO TONTO QUE MOVIO LA MONTAÑA”
Transportad un puñado de tierra cada dia y haréis una montaña (Confucio)
El Viejo Tonto removió las montañas” es un cuento del libro “Lie Zi” que fue escrito por un filósofo llamado Lie Yukou en el siglo IV antes de Cristo. Mao Tse-Tung, lo recoge en su discurso del VI congreso del Partido Comunista Chino en junio de 1945; un extracto consta en el legendario “libro rojo” de citas del presidente Mao.
“Cuenta que hace mucho tiempo vivía en el Norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las montañas del Norte. Su casa miraba al Sur, y frente a ella, obstruyendo el paso, se alzaban dos grandes montañas: Taijang y Wangwu. El Viejo Tonto decidió llevar a sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como el Viejo Sabio, los vio y, riéndose, les dijo: "¡Qué tontería! Es absolutamente imposible que vosotros, siendo tan pocos, logréis remover montañas tan grandes." El Viejo Tonto respondió: "Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así indefinidamente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y con cada pedazo que les sacamos se hacen más pequeñas. ¿Por qué no vamos a poder removerlas?" Después de refutar la errónea idea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la tierra dos ángeles, que se llevaron a cuestas ambas montañas.”
Mao usaba esta fábula, para invitar al pueblo chino a destruir otras dos montañas “el imperialismo y el feudalismo”… Hasta cierto punto logró su propósito al derrotar al imperialismo japonés y el feudalismo en toda china, lucha tesonera que les tomó algunos años hasta construir una nueva China..
Guayaquil, hace algunas décadas, tenía muchas montañas, que lamentablemente, poco a poco fueron “allanándose” para formar casi una superficie plana tomada por el “urbanismo” y la “civilización”. Esto lo menciono, para demostrar que es posible remover montañas, incluso hay algunos que dicen, que: “la fe mueve montañas” , probablemente así sea.
Los invito a compartir mis reflexiones, sobre como remover dos monumentales montañas que no nos limitan nuestra visión de futuro y nos impiden el paso hacia el “Sumak Kawsay”. Estas son: “La ignorancia y el egoísmo”. Que si empezamos a trabajar, juntando todas las manos y voluntades, pronto las removeremos.
La ignorancia (del verbo "ignorar", del latín ignorare -"no saber"-, derivado negativo de la raíz gnō- de (g)noscere -"saber" ) suele entenderse de forma general como ausencia de conocimiento.
No nos referimos a esta en el sentido absoluto que entraña un significado peyorativo, sino al contenido concreto o conocimiento imperfecto de realidades. Nos referimos entonces al conocimiento y al desarrollo de la cultura y de la ciencia.
El avance del conocimiento, como contrapunto a la ignorancia, siempre ha sido una crítica y oposición a creencias religiosas, visiones ideológicas de clase y mitos así como al ejercicio del poder social, que consagran el statu quo y dificultan la evolución hacia el progreso.
La búsqueda del conocimiento debe ser el norte cardinal de nuestra especie. El conocimiento sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno, con un cabal dominio de la ciencia y la cultura, nos permitirá mejorar nuestras interrelaciones, no solo humanas, sino con la naturaleza, una ecología social y natural que nos llevaría al equilibrio sobre la bese del respeto mutuo. Todo esto exige abrir nuestra mente al conocimiento de nuevos aspectos de la realidad, que como sabemos no son estáticos, sino cambiantes y dialécticos.
Cómo alcanzarlo. No hay otro modo que a través de la educación y el libre acceso al conocimiento y a la información veraz, de ahí que haya  sido considerado como un Derecho Humano fundamental en los instrumentos internacionales y en la mayoría de las Constituciones del mundo.  
Se debe combatir el analfabetismo elemental, incluyendo las nuevas formas como es el analfabetismo digital o informacional, que limita nuestro desarrollo y el acceso al conocimiento útil para nuestras actividades y nos desconecta de un mundo que se mueve vertiginosamente a través de las redes o autopistas de la información, puestas al servicio de toda la humanidad, como una conquista de la ciudadanía planetaria.

La educación como política de Estado, debe ser integral. Debe comenzar con el niño, preparándolo para su futuro, desarrollando su motricidad; alimentando adecuadamente  su cuerpo y su espíritu; dotándolo de herramientas modernas que desarrollen sus capacidades cognitivas y desarrollando sus habilidades y destrezas; su capacidad para pensar, razonar y resolver problemas. Continuar con el joven y el adulto hasta su muerte, porque el conocimiento no se agota en un día o en una etapa, todos  estamos en capacidad para aprender, aprehender y enseñar.

No debe dejarse de lado ningún paradigma, todos son útiles. Destruir de paso también las montañas de los dogmas que limitan el libre pensamiento. Debemos retomar el aprendizaje de las matemáticas, la geometría, las ciencias naturales, la ética, la moral, la cívica, la geografía, la historia, la filosofía, la literatura en todas sus formas y expresiones, el  lenguaje, etc. La tecnología es importante, pero no depender exclusivamente de ella, es  solo un auxiliar valioso del conocimiento, lo más importante es el desarrollo de la INTELIGENCIA Y LA CREATIVIDAD:

Un pueblo culto, elige bien a sus gobernantes, no se deja seducir ´por el discurso barato de los encantadores de víboras. Es un pueblo libre que cuestiona y participa, que conoce sus derechos y los de los demás. Es un pueblo altivo y digno que valora su libertad y se siente comprometido con el progreso de su pueblo.

La otra montaña que tenemos que destruir, es el EGOISMO,  a la que nos referiremos en la próxima entrega….

Un fuerte y caluroso saludo navideño y de fin de año, a todos mis amigos y amigas que nos siguen soportando   

Espartaco. (23 Dic/2011)

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