“EL TOLERANTISMO”
En 1996,
la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU)declaró al 16
de noviembre como Día Internacional para la Tolerancia. Esto me animó a compartir mis reflexiones
sobre este tema, su trascendencia y límites.
El Tolerantismo o la tolerancia,
es el “hábito de respetar las opiniones
ajenas en cualquier materia” sea esta política, social, religiosa, cultural,
etc.; en fin, creencias de todo
tipo de parte de cualquier clase de
personas, independientemente de su credo, origen étnico, nivel social o
jerárquico.
El diccionario de la
RAE define
a la tolerancia como el respeto a las ideas, creencias o
prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.
Se origina en el latín tolerare
(“soportar”, “sostener”)
y hace referencia al grado de aceptación respecto a un elemento contrario a una
regla moral, civil o física. En otras palabras, la tolerancia es la actitud que una persona
tiene respecto a aquello que es diferente de sus valores.
La tolerancia no es sinónimo
de indiferencia.
La tolerancia supone el respeto
mutuo y, en su
grado máximo, el entendimiento
mutuo, aún cuando no se compartan dichos valores.
La tolerancia es la capacidad
de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las distintas
formas de entender la vida. De todas maneras, estas formas de entender el mundo no pueden atentar contra los derechos de los demás.
Si una persona tiene sostiene
ideas sobre supremacía racial que buscan el exterminio del prójimo; u otros,
que justifiquen la corrupción en detrimento de los valores éticos de una
sociedad, por ejemplo, no significan que
haya que tolerar tales posturas. Es decir, la tolerancia tienes sus límites en
la razón natural y en el respeto de los derechos de los demás. No hay ideas
únicas y universales y muchas veces, hasta la misma verdad es relativa, por lo
que caben múltiples interpretaciones y valoraciones.
Diversas son las
manifestaciones y ejemplos históricos de tolerancia: Cuando a Jesús le
preguntaron qué hacer si alguien te golpea en una mejilla, él no dudo en
contestar, muestra la otra; Mao preconizaba: “que se abran mil flores y
compitan cien escuelas del pensamiento” . Mandela, Gandhi, José Mujica y otros,
fueron muestras vivientes de tolerancia. No persiguieron ni encarcelaron a
quienes los denostaron y encarcelaron. En cambio Hitler, Pinochet, Idi Amin,
Somoza y otros tiranos, solo ocupan un lugar triste y despreciable en nuestra
memoria.
Que la Paz reine en vuestros
hogares y que sea el reflejo de la paz que anhelamos brille en nuestra sociedad
y toda la humanidad. FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO 2012.
Espartaco/XII/2011
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